Según De Lemus, “para reparar el daño que la Superliga ha hecho en las marcas, los clubes implicados tendrían que actuar de alguna manera. Quizá recompensando el daño a los fans, o disculpándose o cualquier acción que pudiera acercarle a los fans de una manera honesta y humilde además de creíble e intentar realinear las marcas con los valores perdidos: estos son principalmente respeto por los fans, espíritu comunitario y juego limpio.