Los tres mejores pasan a las semifinales, con una plaza libre para el equipo con mejor actitud, el que más tarjetas blancas haya coleccionado. Tienen una sección de clásicos de los que siempre echar mano (el trench, la camiseta de rayas, la parka o el plumas) y escasas concesiones a los estampados o las últimas tendencias. Los que son autorizados viajan bajo custodia de la Guardia Civil hasta otras cárceles para jugar los partidos de la liga regular.