Durante el Mundial tuvo una presentación interesante, al superar a la selección de China 2-0 con goles de Rónald Gómez y Mauricio Wright y empatar con Turquía (tercer lugar en el campeonato) 1-1, gol de Winston Parks. El partido contra Brasil, es recordado como uno de los partidos más emocionantes de la selección costarricense. El equipo se reforzó en el mercado de invierno con incorporaciones como Leandro y Cáceres, y ya en marzo de 1997 llegó «el Burrito» Ariel Ortega.