El 21 de septiembre de 1990 cambió su denominación de CD Mestalla por el de Valencia CF B por una decisión de la UEFA en la que los clubes filiales con distinto nombre al de su sociedad tenían que llevar el nombre del propio club. La elaboración del proyecto para el nuevo estadio fue encargada al arquitecto y socio del club Francisco Almenar Quinzá (que años más tarde sería Presidente) y las obras de construcción fueron adjudicadas al también socio Ramón Ferrer Aguilar.