En diciembre de 2002, las entradas más baratas para ver la final de Palermo costaban 10 pesos cada una, el equivalente a unos tres dólares de entonces, un valor similar al de las populares del fútbol de Primera de ese año. Nunca voy a olvidar la imagen de los hinchas de Chicago -algunos en musculosa y tatuados- con los bombos y las banderas, equipacion de brasil mundial 2022 abriéndose paso sobre Dorrego hasta llegar a la puerta de ingreso entre mujeres con capelinas y hombres con sombreros claros.